te quiero, xan

Hoy no puedo ser optimista. Lo siento. Llevo demasiado tiempo intentándolo ser y no puedo más. Voy a estallar. Llorar no sirve para nada. La gente está demasiada ocupada para pensar en ti. Gracias. Gracias por decírmelo, pero me arrepiento. Me arrepiento de no haber pasado más tiempo a su lado, de no haberme preocupado más. Pensé que te curarías. Y no me preocupé. Pero ya no estás presente, pero si en mi corazón. Para siempre.
Gracias Xan. Gracias por enseñarme a confiar, enseñarme a mejorar, escucharme, hacerme pasar los momentos más felices de mi vida, por creer en mi. Éramos uno. Y ahora, yo sin ti, ¿qué soy? Una alma divagando por el mundo...
Y es que tu me has demostrado que no hace falta hablar para confiar. No hace falta tocarse, porque si yo estaba triste, tu estabas triste; si yo estaba nerviosa, tu estabas nervioso; si yo estaba feliz, se notaba en ti...
Muchas gracias por todo lo que me has dado.
Te quiero

nuestro último día juntos